La mujer en el mundo, la mujer según el Islam
Hoy se celebra el Día internacional de la mujer y como ya
sabemos, mujeres hay en todo el mundo, cumpliendo distintos roles, ya sea el de
madre, el de empleada, de abuela, de tía, etc, etc.
El Día Internacional
de la Mujer, originalmente llamado Día Internacional de la Mujer Trabajadora,
se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas,
ONU. En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie
de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como
persona. Es fiesta nacional en algunos países.
La idea de un día
internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX,
en plena revolución industrial y durante el auge
del movimiento obrero. La celebración recoge una
lucha ya emprendida en la antigua Grecia y reflejada por Aristófanes
en su obra Lisístrata, que cuenta como Lisístrata empezó una huelga
sexual contra los hombres para poner fin a la guerra, y que se vio reflejada en
la Revolución francesa: las mujeres parisinas, que
pedían libertad, igualdad y fraternidad, marcharon hacia Versalles
para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los
primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes
organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de
lucha específica para la mujer y sus derechos.
La visión del mundo
hacia ellas, cambia dependiendo de la persona que está como espectador, y así
también depende de la cultura en el que se encuentra el mismo, hoy vamos a ver
que dice el Islam acerca de ellas.
En algunas partes del mundo, la mujer es vista como un
objeto, como es en el caso de las canciones del reggaetón, ritmo de
Centroamérica tan conocido y escuchado
en estos días en casi todas partes del mundo. En otros países por el contrario,
la mujer debe esconder su pelo luego de la pubertad, con una vestimenta llamada
Hiyab, para no causar deseo en otros hombres que no sean sus futuros o actuales
esposos, ante quienes solo se mostrara después de casarse, ya que el Corán dice
que la mujer no deben incitar al hombre con su actitud y vestimenta a que la
miren, ya que el Islam cuida de que la mujer no se vea como un objeto y así se
corra el riesgo de corromper el entorno familiar. En este país, Arabia Saudita, en los tiempos
en que se originaba la danza árabe, las niñas de familias pobres eran mandadas
a una escuela a orillas del Río Nilo, donde iban a ser instruidas para ser
odaliscas, les iban a enseñar a ser algo así como un jarrón que los dueños de
la casa que la compre, iban a mostrar en las reuniones. Ellas debían aprender
el Corán de memoria, ya que no sabían leer, y recitarlo en las reuniones de la
casa de sus dueños, si ellos así lo solicitasen. En esa escuela también se les
enseñaba a pintarse, ya que eran las únicas que podían hacerlo cotidianamente,
y estaban acostumbradas a recibir joyas de parte del dueño de su casa para que
las visitas vean lo bien que él las mantenía, aunque esto ya no es así, hoy día
respetan su religión y cuidan la imagen de la mujer. Aunque no solo la imagen
sino también de ella, por ejemplo no pueden ser juezas, ya que se cree que una
profesión tan dura, no debe ser ejercida por la mujer que tiene un alma pura y
llena de compasión, si puede asesorar y hasta instruir a jueces, excepto
ejercer esa profesión.
En esta cultura, en caso de adulterio se paga una pena muy
alta, hay varios rumores sobre la misma, pero según el Islam, en caso de
adulterio, se pena al hombre como a la mujer por igual. El derecho antiguo, tanto
el romano como el mosaico, penaba a la mujer y el hombre quedaba a salvo. A la
mujer se la apedreaba, como castigo, hasta que vino Jesús e impidió que se
aplique la ley solo a la adúltera. El
Islam la aplica a los dos porque ambos son responsables ante Dios.
En el Islam, la mujer recibe la dote, regalo que el hombre
entrega a su mujer en su casamiento. Después de recibir el mismo la mujer
alcanza su independencia económica y social. La mujer, por el contrario de lo
que se cree, según el Islam, elige a su propio marido, sin intervención de su
padre o su hermano, y nadie puede explotarla, el fruto de su trabajo es solo
para ella y en cuanto a sus derechos no necesita la protección de un hombre.
En una serie de versículos, surras o aleyas del Corán
también se habla que el marido es quien
debe ser el responsable de la manutención de su esposa, de las expensas, ya que
ella es quien sufre con la menstruación, con el embarazo y todo lo que ello
implica y la que nutre a sus hijos.
Por eso, porque ellas son tan importantes en el mundo este día
esta dedicado a ellas.
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